En ocasiones las dudas invaden su inocente mente provocando que sus decididos pensamientos se distorsionen.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Ahora, siemplemente duermo para soñar.

[..] Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidió triunfar. Decidió no esperar a las oportunidades sino ella misma buscarlas, decidió ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidió ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidió ver cada noche como un misterio a resolver, decidió ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrió que su único rival no eran más que sus propias debilidades. Aquel día dejó de temer al perder y empezó a temer a no ganar, descubrió que ella no era la mejor y que quizás nunca lo fue. Le dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora le importaba, simplemente, conocerse mejor que ayer.

Aprendió que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendió que el mejor triunfo que un hombre puede conseguir, es tener el derecho de llamar a alguien "AMIGO".

Descubrió que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de vida. Aquel día dejó de ser un reflejo de sus escasos triunfos pasados y empezó a ser su propia tenue luz de este presente; aprendió que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. [..]

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde aquel día ya no duermo para descansar...

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