En ocasiones las dudas invaden su inocente mente provocando que sus decididos pensamientos se distorsionen.

martes, 15 de noviembre de 2011

¿Lo más bonito del mundo?

-¿Sabes qué es lo más bonito del mundo? _ Preguntó Alejandra con la mirada clavada en la flor rosa pálido de su anillo.
+No, dime.
-Compartir el paraguas con alguien.

Óscar se limitó a acercarle la taza. Aquellas cursilerías le sacaban de sus casillas y prefería dejar que en este tipo de conversaciones, fuera ella la única que tomara la palabra.

-¿No te lo parece a ti? _ Insistió.
+Acábate el capuchino, anda.

La cafetería estaba abarrotada y resultaba imposible centrar la atención en nada que no fuese el bullicio que les rodeaba.
Pero Alejandra permanecía serena, tranquila, como si fuera la única persona sentada en aquel lugar. Levantó sus verdes ojos y atrapó con ellos al chico moreno que la miraba desde el otro lado de la mesa.

-Mañana me voy.
+Ya, ya lo sé. _ Se lamentó.
-¿Crees que se estrellará el avión en el que vaya? ¿Crees que quizás nos topemos con algún pájaro con el corazón roto que se suicide golpeándose con uno de los motores?
+¿Qué tonterías estas diciendo Alex? No va a suceder nada así. Menuda imaginación...

Óscar se estaba poniendo nervioso. Era el último día que iban a pasar juntos y aún así ella tenía que ahogarlo con sus estupideces. Tamborileó sobre la mesa con los dedos, se balanceó sobre la silla un par de veces y Alejandra volvió a bajar la mirada para centrarse en su taza.

-Está frío...
+No me extraña. _ Dejó unas cuantas monedas sobre la mesa y la apremió levantándola del brazo. _ Anda, vámonos.

Cuando salieron a la calle se había puesto a llover. La densa cortina de agua cubría cuanto podían ver y nadie pudo resguardarse a tiempo antes de que el aguacero les sorprendiera. Alex miró con ternura la lluvia, como si fuera parte de ella. Él la rodeo con el brazo, y en aquel momento sintió cuánto iba a echarla de menos.

-¿Sabes que es lo más bonito del mundo...? _ Repitió casi en un susurro.
+Sí, Alejandra, claro que lo sé... _ Se aventuraron bajo la lluvia y él tendió su mano para que le acompañase. _ Saber que contigo los momentos más bonitos del mundo siguen siéndolo aunque no tengamos paraguas.

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